Mods vs. Rockers en Brighton, 1964


Este fin de semana se cumplen 60 años de una histórica pelea que dio mucho que hablar en su momento y que ha sido motivo de inspiración para películas, canciones e incluso discos enteros. Una herida que ya lleva muchos años cerrada, pero que es interesante recordar.

En mayo de 1964, la ciudad costera de Brighton, en Inglaterra, fue testigo de una intensa pelea entre dos subculturas juveniles: los mods y los rockers. Un  evento que dejó una marca significativa en la historia cultural del Reino Unido.

Los mods era una subcultura, un movimiento juvenil urbano que surgió en el Londres de los años 60. Adoptaron un estilo moderno y elegante, vistiendo trajes de corte ajustados y moviéndose en scooters italianas como la Vespa o la Lambretta, habitualmente muy personalizadas con llamativos espejos o focos. Su vida giraba en torno a la música (desde el soul afroamericano, al ska jamaicano, pasando por el beat británico y el rhythm and blues), la moda y la vida nocturna.

Por otro lado, los rockers, seguidores del rock ‘n’ roll que vestían chaquetas de cuero y montaban en motos de mayor cilindrada. Representaban una actitud más rebelde y ruda, en contraste con la sofisticación de los mods.



Brighton era un pequeño pueblo en el sur de Inglaterra, con un clima agradable que cada vez atraía a más turistas, y por tanto, también locales y donde poder disfrutar y pasarlo bien. 

Los mods y los rockers no tenían una rivalidad especial, y convivieron durante bastante tiempo, pero una pelea iniciada entre algunos integrantes de ambos movimientos culminó en dos días de disturbios por toda la ciudad. Pese a la movilización de las fuerzas de policía  que habían blindado la ciudad, no consiguieron contener la furia adolescente que se venía sobre ellos.

La chispa saltó cuando un grupo de rockers disfrutaba de un día de playa y una multitud de mods se abalanzaron sobre ellos, propinando golpes con palos, puños americanos,  sombrillas y tumbonas. Tras la paliza, otros grupos de rockers salieron a la caza de los mods involucrados, aunque finalmente derivó en la búsqueda de cualquier mod. Viéndose perseguidos, los mods hicieron lo mismo pero contra los rockers. Según avanzaban las noticias, y pese a que la ciudad estaba cercada por la policía, más jóvenes llegaban a Brighton para participar en uno u otro bando.

Más de 1000 jóvenes se enfrentaron en las calles y la playa, que se convirtieron en campos de batalla, con mods y rockers luchando mientras la policía intentaba mantener el orden. Los disturbios llevaron a múltiples arrestos y condenas. La cobertura mediática de los acontecimientos fue intensa y sensacionalista, exacerbando la percepción pública de los mods y rockers como "enemigos" y causando un "pánico moral". Las imágenes de jóvenes en peleas campales en playas y paseos marítimos se convirtieron en símbolos de una juventud aparentemente fuera de control.​


Las imágenes de scooters destrozadas y chaquetas de cuero ensangrentadas se grabaron en la memoria colectiva. La prensa sensacionalista alimentó la rivalidad, retratando a los jóvenes como pandillas peligrosas.









Dcv